domingo, 31 de agosto de 2014

Los 10 suspensos de la ONU a España en memoria histórica

El relator especial de Naciones Unidas del Consejo de Derechos Humanos destaca los “vacíos” institucionales en materia de verdad y justicia.

Son 20 páginas las que ha necesitado Pablo de Greiff, relator especial de la ONU, para resumir su análisis sobre las medidas adoptadas por el Gobierno español frente a las graves violaciones a los derechos humanos cometidas durante la Guerra Civil y la dictadura franquista. Y la conclusión principal es que España hace poco (y en ocasiones, mal) por la búsqueda (...)

 

Ver completo en el enlace: http://www.tercerainformacion.es/spip.php?article73257

jueves, 28 de agosto de 2014

RV: El Relator de la ONU para la verdad, la justicia y la reparación, amonesta a España

 EL RELATOR DE NACIONES UNIDAD PARA LA JUSTICIA, LA VERDAD, LA REPARACIÓN Y LAS GARANTÍAS DE NO REPETICIÓN, PABLO DE GREIFF, ACABA DE HACER PÚBLICO SU INFORME SOBRE ESPAÑA

 

DE GREIFF VISITÓ EL ESTADO ESPAÑOL EL PASADO MES DE MARZO Y SE ENTREVISTÓ CON NUMEROSOS FAMILIARES DE DESAPARECIDOS, EXPERTOS EN MEMORIA, FORENSES, Y REPRESENTANTES INSTITUCIONALES

 

EL RELATOR RESALTA QUE ENTRE ALGUNOS MIEMBROS DEL GOBIERNO LA POSTURA ES O ACEPTAR QUE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA YA SE RECONCILIÓ PLENAMENTE EN LA TRANSICIÓN O QUE REGRESEN LOS ODIOS, "ALGO QUE SERÍA UN RIESGO MUY ALTO PARA LA SOCIEDAD ESPAÑOLA"

 

LA ASOCIACIÓN PARA LA RECUPERACIÓN DE LA MEMORIA ESPERA QUE ANTE LAS EVIDENCIAS EL GOBIERNO DEJE DE MARGINAR Y MALTRATAR CON SU ABANDONO A LAS VÍCTIMAS DE LA DICTADURA FRANQUISTA Y SE ACABE EL DOBLE RASERO CON RESPECTO A LAS VÍCTIMAS DE LA VIOLENCIA

 

 

El relator especial para la Verdad, la Justicia, la Reparación y las Garantías de no Repetición, Pablo de Greifff, acaba de hacer público el informe en el que ofrece las conclusiones de su visita a España, el pasado mes de marzo. En sus casi dos semanas de visita De Greiff recorrió diversas ciudades y se entrevistó con numerosas víctimas de la dictadura franquista, representantes de colectivos, arqueólogos, forenses, así como representantes de distintas instituciones.

 

En sus veintidos páginas se relatan algunas cosas que forman parte del discurso que el Partido Popular ha mantenido desde hace más de diez años con respecto al deber de reparar a las víctimas de la dictadura franquista: 

 

"El Relator Especial nota que varios representantes del Gobierno en las reuniones que mantuvieron enmarcaron las discusiones en el siguiente esquema: "o todos concluimos que ya estamos totalmente reconciliados o la única alternativa es el resurgir de odios subyacentes, lo cual implicaría un riesgo demasiado alto". 

 

La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica espera que el Gobierno de España, que ha adquirido numerosos compromisos internacionales en materia de Derechos Humanos, deje de incumplirlos y garantice para las víctimas de la dictadura franquista la verdad, la justicia y la reparación a la que tienen derecho. La ARMH lamenta que garantizar esos derechos pueda ser visto por miembros del Gobierno como un riesgo, cuando el deber de una democracia es garantizar los Derechos Humanos aunque pueda haber gente que se oponga a ello. No puede ser que existan víctimas de primera y de segunda en un país democrático.

 

Las principales recomendaciones del relator son:

 

a)      Mostrar un compromiso decidido del Estado por darle vigencia plena, con carácter prioritario, a los derechos a la verdad, la justicia, la reparación y las garantías de no repetición. El Relator Especial recalca que las limitaciones de recursos, si bien pueden reducir las capacidades del Estado, no pueden justificar la inacción en favor de estas medidas;

b)      Evaluar rigurosamente la implementación de la Ley de Memoria Histórica y su uso por parte de las víctimas en aras de ajustar los modelos y medidas a los reclamos de las víctimas, estableciendo canales de comunicación entre las autoridades competentes, las víctimas y asociaciones;

c)      Incrementar y promover el contacto y la coordinación entre las diferentes instituciones públicas de memoria histórica, así como asignar los recursos necesarios para el cumplimiento de sus funciones;

d)      Promover las actuaciones en la materia y coordinación entre las Defensorías del Pueblo nacional y autonómicas existentes;

e)      Evitar disparidades profundas en las leyes relevantes al tema entre niveles autonómicos y nacional, asegurando una protección igualitaria y homogénea para todas las víctimas. El Relator Especial reconoce la competencia de las comunidades autónomas y el desarrollo de legislación y medidas que ofrecen mayor reconocimiento y protección a las víctimas que a nivel nacional.

f)      Promover las iniciativas del Estado y la sociedad civil que aglutinen y respondan a las demandas de todas las víctimas de violaciones de los derechos humanos y del derecho humanitario, independientemente de su afiliación política o aquella de los perpetradores. 

 

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DAR DIGNIDAD A LOS QUE NUNCA LA PERDIERON

 

 

 

miércoles, 27 de agosto de 2014

¿Recuperación? Estamos entrando en la tercera recesión

Compartimos este interesante comentario  publicado por Vicenç Navarro en la columna “Pensamiento Crítico” en el diario PÚBLICO, 27 de agosto de 2014.

 

Este artículo critica la versión extendida en los establishments europeos y españoles acerca de que la Eurozona, incluyendo España, está saliendo de la recesión.

No hay duda de que cuando se escriba la historia de la Unión Europea, y de la Eurozona dentro de ella, se mostrará hasta qué punto una religión laica –el neoliberalismo- se puede reproducir a pesar de que toda la evidencia empírica acumulada que muestra, no solo que estaba equivocada, sino también el enorme perjuicio que dicha religión está causando a las clases populares de los países de la Unión. La religión laica se promueve con un espíritu apostólico a base de una fe impermeable a la evidencia científica que señala claramente su enorme falsedad. Hoy, esta fe, reproducida por la mayoría de los medios, está anunciando que España y la Eurozona se están recuperando, cuando, en realidad, estamos entrando en otra recesión. Veamos los datos. .. Sigue leyendo en  vnavarro.org/?p=11233

domingo, 24 de agosto de 2014

Los españoles que liberaron París,

Hollande se inclina ante la bandera republicana en el aniversario de 2012.

 

Hollande se inclina ante la bandera republicana

 

 

El 24 de agosto, una extraña caravana recorrerá París. Un grupo de franceses y españoles portarán en las calles de la capital francesa las fotos de algunos de los soldados que ese día, hace 70 años, fueron los primeros en entrar en la ciudad para liberarla de sus ocupantes nazis. Franceses y turistas descubrirán que esas fotos en blanco y negro con los rostros de los liberadores son el testimonio, silenciado durante décadas, de que esos soldados que se jugaron la vida por liberar París eran en su inmensa mayoría españoles. 

El 24 de agosto de 1944, un grupo de vehículos blindados semiorugas (half-tracks) y tres tanques Sherman entran en la capital francesa por sorpresa. Los parisinos creen en un principio que son parte de las tropas alemanas instaladas en la ciudad; después se dan cuenta de que no, que visten uniformes del ejército de Estados Unidos y que son la avanzadilla de las tropas que devolverán la libertad a París y, por consiguiente, a toda Francia. 
Pero la confusión aumenta cuando cada vehículo en los que se desplazan esos oficiales y soldados tiene inscrito en el morro un nombre en español. Los half-tracks bautizados 'España cañí', 'Guernica', 'Madrid', 'Brunete', 'Guadalajara' o 'Ebro', entre otros, son conducidos por militares que portan una bandera roja, amarilla y violeta cosida a sus uniformes. Son los miembros de La Nueve, la compañía de choque de la II División Blindada (DB) del general Leclerc. Se la conocía así, La Nueve, en español, porque 146 de sus 160 componentes eran republicanos españoles, alistados en las tropas de la Francia libre. 
La Nueve estaba comandada por el capitán francés Raymond Dronne, que tenía como mano derecha al teniente Amado Granell, el valenciano que fue el primer militar francés en entrar ese día en el Ayuntamiento de París, ya en manos de la resistencia parisina en la que, por cierto, habían participado otros miles de españoles exiliados. En la noche del 24 de agosto del 44, canciones como "Ay, Carmela" y otras pertenecientes al cancionero republicano español sonaron hasta la madrugada en los lugares 'asegurados'. Pero la liberación de París no había terminado. 
Los españoles de La Nueve hicieron frente dentro de la capital a los contraataques y emboscadas de los alemanes que todavía ocupaban la ciudad. El 25 de agosto, el gobernador alemán, atrincherado en el Hotel Meurice con sus tropas de élite, se rindió por fin. Un extremeño, Antonio Gutiérrez, se encargó de mantener encañonado a la máxima autoridad nazi  en la capital francesa mientras esperaba que un militar del rango del alemán se hiciera cargo de él. Von Choltitz le regaló a Gutiérrez su reloj, en agradecimiento por haber respetado las convenciones militares internacionales. 

 

De Gaulle desfila escoltado por españoles 
París estaba ya casi limpia de nazis y colaboradores franceses para que el general Charles De Gaulle pudiera hacer su entrada en la ciudad y simbolizar con su imagen la liberación de la capital, de la Francia que se ponía de nuevo en pie, como escribió Leclerc. El 26 de agosto, el militar que se había exiliado a Londres y que había desafiado a su excompañero Petain, recorría a pie las calles de París, desde el Arco de Triunfo y la Tumba al Soldado Desconocido, hasta la catedral de Notre Dame. Cuatro de los half-tracks de La Nueve fueron los elegidos para abrir el desfile de De Gaulle. Amado Granell encabezaba el cortejo, que recibía los vítores de una ciudadanía en júbilo. Quedaba claro el homenaje militar de De Gaulle a La Nueve y a los españoles que la componían. Pero a partir de ahí, la historia de estos republicanos que habían participado en la guerra civil con apenas 20 años y que se convirtieron en héroes bajo mando francés se silenció y se enterró voluntariamente con una capa de propaganda más fuerte que el cemento, precisamente en el país al que ayudaron a liberar.  
Ya el día 25, el diario Libération abre en primera con una gran foto del interior del Ayuntamiento, en la que se ve a Amado Granell con el líder de la resistencia parisina. El nombre de Granell no es mencionado, nada se dice sobre los españoles ; el periódico habla de "soldados americanos". La torpeza de los periodistas no es sorprendente, ni antes ni ahora, y Libération pudo haberse equivocado con los uniformes como los propios parisinos en la calle, pero lo que vino después estuvo bien pergeñado. 
Hay palabras que quedan grabadas para la historia y pasan a formar parte de la memoria política de los pueblos. De Gaulle sabía lo que tenía que decir cuando lanzó su famosa proclama: "París, ultrajada, París, rota, París, martirizada, pero París liberada. Liberada por ella misma, liberada por su pueblo con el concurso de los ejércitos de Francia, con el apoyo y la contribución de Francia entera. Es decir, de la única Francia, de la verdadera Francia, de la Francia eterna". 

 

La reescritura de la Historia 
Ni una palabra sobre los auténticos liberadores españoles. Poco importantes para el futuro, según De Gaulle, que debía enterrar la imagen de la Francia colaboracionista, ensalzar a una Resistencia francesa en la que participaron pocos franceses y hacer frente a los norteamericanos, por una parte, y a los comunistas locales, por otra. Gaullistas y comunistas decidieron, pues, que toda Francia había sido resistente y que sus soldados liberaron París.
Desde entonces, los historiadores franceses, los militares o los periodistas, han ignorado el papel jugado por los republicanos españoles en la liberación de Francia. Un silencio de 70 años que pocas obras escritas han intentado romperDesde entonces, los historiadores franceses, los militares o los periodistas han ignorado el papel jugado por los republicanos españoles en la liberación de Francia. Un silencio de 70 años que pocas obras escritas han intentado romper. Entre ellas, el libro de Evelyn Mesquida La Nueve, ces republicains espagnols qui ont liberé Paris, publicado en español por Ediciones B con el título La Nueve, los españoles que liberaron París. La obra de Mesquida, que fue durante mas de 30 años corresponsal de Tiempo en la capital francesa, recoge la historia de La Nueve y, en especial, las entrevistas que la periodista hizo a algunos de los supervivientes de compañía. El testimonio de esos veteranos es una de las páginas mas emocionantes y tristes de la historia de Francia. Es, también, parte de la memoria de la trágica guerra civil española. 

 

"Un deshonor para Francia"
"Si este año, por el 70 aniversario, Francia no los reconoce, será una vergüenza y un deshonor". Así se expresa Evelyn Mesquida, que ha contactado con el Elíseo y el Ministerio de Defensa francés para instarlos a participar en el homenaje del 24 de agosto. Según el entorno de François Hollande, el presidente es muy sensible a la gesta de la Nueve, y así se lo han asegurado a Mesquida, que espera que el jefe del Estado dedique unas palabras a los españoles en un discurso que debe pronunciar el 25 de agosto.  Hay que recordar que Hollande ya se inclinó ante la bandera republicana hace dos años, en el consistorio parisino, con motivo del 68 aniversario de la gesta. 
También desde el Ministerio de Defensa francés se promete un reconocimiento. Evelyn Mesquida no se fía. Hace años que recorre los archivos de Francia donde el papel de los españoles en la liberación de el país está escrito. Hace años que se topa con el silencio y la animosidad de los altos mandos militares

 

La historia francesa de los españoles que partiparon en La Nueve no empieza en París. Comienza tras la derrota republicana y el comienzo del exilio. Cientos de miles de españoles, muchos de ellos combatientes republicanos, pasan la frontera de los Pirineos. Otros huyen en barco hacia las colonias francesas del otro lado del Meditarráneo. En una y otra parte, son encerrados en campos de concentración (por primera vez se les lamó así), donde son apaleados, pasan hambre, frío y sufren enfermedades. A los hombres se les ofrecen dos soluciones: ser devueltos a España o alistarse en la Legión francesa. Así, algunos miembros de La Nueve participaron en combates contra los alemanes antes de la debacle del ejército francés.
Una vez que Petain se alía con Hitler, los españoles intentan por todos los medios pasarse al ejército de de Gaulle, el ejército de la 'Francia libre'. Muchos participaron en las batallas que han edificado la historia militar francesa en África: Cufra, El Alamein, Bir Hakeim… Los 146 que formaban parte de La Nueve fueron entrenados en Gran Bretaña antes de desembarcar en Normandía el 1 de agosto de1944.  Formaban parte de las tropas francesas comandadas por el general Patton. De ahí los uniformes del ejército norteamericano. Pero su lucha no acabó en París. Los miembros de La Nueve que quedaban con vida tras duros combates en Alsacia y Lorena fueron los primeros también en llegar al último refugio de Hitler, el Nido del Águila, en Berchtesgaden. 

 

Una mayoría de anarquistas 
Que Francia 'nacionalizara' su Historia es injusto, pero políticamente comprensible. Como lo es también que la falta de apoyo a estos soldados exiliados se debe muy en parte a que eran en su mayoría anarquistas. Una mayoría de anarquistas comecuras, ateos y anticlericales que no dudaron en contribuir a la compra de una nueva estatua del Sagrado Corazón para la iglesia de la localidad de Ecouché, en Normandía. La vieja escultura fue destruida en los feroces batallas que libró La Nueve contra las tropas alemanas. 
Francia no reconoció a los soldados españoles en parte porque eran anarquistas 'comecuras' (aunque llegaran a financiar una estatua católica en un pueblo de Francia)

Esos anarquistas, reacios a aceptar órdenes de militares franceses inexpertos o ineptos, respetaron y se ganaron el reconocimiento de Philippe François Marie de Hauteclocque, más conocido como el general Leclerc, un aristócrata católico y profundamente religioso al que los españoles llamaban 'el patrón'. 

Ese grupo de anarquistas enseñó un poco de dignidad también a los exaltados franceses que intentaban robar las botas a los soldados alemanes vencidos, o a los que maltrataban a las mujeres francesas que supuestamente habían confraternizado con el invasor. Para los soldados de La Nueve, esos que perseguían a las mujeres deberían haber luchado contra los alemanes y no quedarse esperando a que los liberaran. 

 

"España es mi madre; Francia, mi novia" 
El único reconocimiento oficial para algunos miembros de La Nueve fueron las medallas y otros honores militares por su labor en el campo de batalla. Amado Granell, el teniente y segundo en el mando de la compañía, recibió del general Leclerc la Legión de Honor con estas palabras: "Si es cierto que Napoleón creó esta distinción para recompensar a los valientes, nadie la merece más que usted". De Gaulle ofreció a Granell un puesto de comandante en el ejército francés si abandonaba su nacionalidad. Granell le respondió negativamente, arguyendo que "amaba a España como una madre y a Francia como una novia". Socialista próximo a Largo Caballero, hizo de intermediario entre su partido y Juan de Borbón para facilitar la instauración en España de un sistema monárquico democrático. Granell, entrevistado por primera vez en España en 1970 por Vicente Talón para el diario Pueblo, murió en España en un accidente de tráfico en 1972.  Granell fue el oficial español de mayor grado en La Nueve, pero eso no puede hacer olvidar los nombres de los españoles de la compañía que dejaron su vida desde el desembarco en Normandía el primero de agosto del 44 hasta la capitulación alemana. El libro de Evelyn Mesquida es un homenaje a todos ellos. De los 146 que salieron de Gran Bretaña para "liberar a Europa del fascismo", quedan hoy dos con vida: el barcelonés Luis Royo, que reside en Cachan, cerca de París, y el almeriense Rafael Gómez, que vive en un pueblo cerca de Estrasburgo. Royo, Gómez, el asturiano Manuel Fernández, los gallegos Víctor Lantes y Cariño López, el valenciano Germán Arrúe, el santanderino Faustino Solana, los barceloneses hermanos Pujol, el madrileño Antonio Van Baunberghen, formado en el Instituto Libre de Enseñanza o el aragonés Martín Bernal, torero conocido como 'Larita II' antes de la guerra de España, pensaron, hasta el último momento, como el resto de la compañía, que tras la victoria en Francia y Alemania los aliados los ayudarían a combatir en España. 
Desde que cruzaron la frontera en el 39 no tenían otro objetivo. Los dos supervivientes lo atestiguan. Rafael Gómez, que conducía el half-track 'Don Quijote' recuerda que la noche de la liberación de París todos durmieron pensando que "la liberación de España estaba próxima". Luis Royo, que guiaba el 'Madrid', reconoce que él nunca pensó que luchaba por Francia, sino por la libertad. Ambos tuvieron que renunciar a su sueño e integrarse en la sociedad francesa de posguerra. Ni sus compañeros de trabajo ni sus vecinos supieron nunca que esos dos extranjeros habían arriesgado su vida por Francia. El primer reconocimiento político oficial lo recibieron hace diez años, gracias al apoyo de la hoy alcaldesa de París, Anne Hidalgo. 70 años antes de la llegada al Ayuntamiento de esta gaditana, otros españoles ya habían hecho historia en el mismo lugar. Si Francia vive desde entonces en democracia y en libertad es, en parte, gracias a ellos.

A 70 años de la liberación de París: recordar o no recordar

Reproducimos el siguiente artículo de Carlos Huerga.

Hace 70 años, el 24 de Agosto de 1944, un grupo de vehículos blindados de la compañía de choque de la II División Blindada del general Leclerc entró en el París ocupado por los nazis. El día siguiente, el gobernador alemán de París, atrincherado en el Hotel Meurice, acabó rindiéndose y así esta ciudad quedó liberada. El periódico “Libération” publicó en portada la foto del primer soldado “americano” que entró en París, declarando “Ils sont arrives”. La Francia ocupada comenzó a ser liberada, dando una imagen de unidad francesa contra los nazis. Hasta aquí la versión oficial.

La verdadera historia de la liberación de París es otra, pero tardó varias décadas en alcanzar el reconocimiento oficial. Aquel primer  soldado no era americano, era español y se llamaba Amado Granell. El soldado que encañonó al gobernador alemán ante su rendición en el Hotel Meurice se llamaba Antonio Gutierrez. Los vehículos blindados que entraron en París se llamaban ‘España cañí’, ‘Guernica’, ‘Madrid’, ‘Brunete’, ‘Guadalajara’, ‘Ebro’…  y formaban parte de “La Nueve”, una división en la que había 146 soldados republicanos españoles. Pero la historia les ignoró porque se impuso la necesidad francesa de nacionalizar su victoria.

Desde hace sólo diez años, la bandera republicana ondea en los festejos de la liberación de París junto a la francesa, reconociendo así la labor de los soldados republicanos. En el 70 aniversario, estos soldados republicanos volverán a tener su homenaje, recibiendo incluso unas palabras de reconocimiento por parte del Jefe del Estado Francés, François Hollande.

Mientras que desde distintos sectores de la sociedad francesa se exige el reconocimiento a las tropas españolas y el deshonor que sería no concedérselo, en España no somos capaces de reconocer la hazaña de estos 146 españoles exiliados, ni la de muchas de las personas que lucharon por defender la democracia que ellas mismas habían elegido tener.

Hay quien dice que no conocer nuestra historia nos condena a repetirla. Yo creo que el drama es incluso peor; no conocer nuestra histórica nos condena a no saber quiénes somos nosotros mismos.

No sabemos que somos un país en el que hay enterradas 88.000 víctimas del franquismo en fosas comunes, cifra sólo superada por el régimen del Pol Pot en Camboya. No sabemos que hubo ciudadanos anónimos en nuestro país como José Falcó o Bibiano Morcillo que por defender la democracia se embarcaron en una guerra que les condenó al olvido. No sabemos que la gente que defendió la democracia en nuestro país tuvo que escoger entre ser acusado de rebelde por defenderse de una sublevación, o un exilio de 40 años.

Hoy se rinde homenaje en París a un grupo de soldados republicanos que en su lucha por la libertad rescataron Francia de los nazis. Fueron olvidados por el país al que ayudaron, pero hoy lo reparan reconociendo su labor.

¿Cuándo será España capaz de mirar de frente a su pasado? Hasta que no lo hagamos, no seremos capaces de mirar al futuro sabiendo quienes somos y de lo que somos capaces.

 

 

Ver en Público:

http://blogs.publico.es/asaltar-los-suelos/2014/08/24/a-70-anos-de-la-liberacion-de-paris-recordar-o-no-recordar/

 

http://blogs.publico.es/asaltar-los-suelos/2014/08/24/a-70-anos-de-la-liberacion-de-paris-recordar-o-no-recordar/